La Fiscalía chilena anunció este jueves la decisión del Tribunal Penal de Costa Rica de extraditar a Maikel Villegas Rodríguez, principal sospechoso del asesinato del exmilitar venezolano Ronald Ojeda y quien fue detenido en el país centroamericano en julio pasado.
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“El Tribunal Penal Costarricense falló a favor de la solicitud de extradición de Chile respecto de Michael Villegasciudadano venezolano involucrado en el secuestro y homicidio del exteniente Ojeda de Venezuela”, señaló en un mensaje a la prensa el director de la Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones del Ministerio Público de Chile, Juan Pablo Glasinovic.
Villegas, de nacionalidad venezolana, fue detenido el 12 de julio mientras cruzaba la frontera entre Costa Rica y Panamá en un autobús con dirección a Nicaragua. Tras la captura, la Fiscalía chilena presentó una solicitud de extradición, acogida primero por la Corte de Apelaciones de Santiago y ahora por los tribunales costarricenses.
Glasinovic señaló que la resolución del tribunal de Costa Rica fue dictada el 16 de septiembre en primera instancia, por lo que “cabe una apelación”. En caso de no existir dicha apelación, “el Estado de Chile tiene dos meses para ir a buscar al señor Michael Villegas y traerlo (al país)”, agregó.
Villegas fue imputado en ausencia por secuestro con homicidio del exmilitar Ronald Ojeda, que ocurrió el pasado febrero en Santiago y conmocionó al país.
Disidente del Gobierno de Nicolás Maduro y asilado político en Chile, Ojeda fue secuestrado el pasado 21 de febrero en su casa en Santiago y sus restos fueron hallados diez días después en una localidad periférica de la capital, sepultados debajo de un bloque de cemento.
Hasta la próxima, solo había sido detenido por este crimen un joven venezolano de 17 años, que permanece desde mayo en un centro de menores. Además de Villegas, la justicia chilena cursó otra orden de detención contra otro ciudadano venezolano, Walter de Jesús Rodríguez Pérez, que sigue en paradero desconocido.
En abril, la Fiscalía chilena vinculó el crimen con la banda criminal transnacional Tren de Aragua, formada en una cárcel venezolana y extendida por Chile, Perú, Colombia y Bolivia, y pidió apoyo a las autoridades venezolanas para esclarecer los hechos.
El caso provocó fricciones entre Chile y Venezuela y acusación de falta de cooperación por parte de Santiago hacia Caracas.