‘Hay días duros’: Habla Laura Villamil, bailarina quemada en Andrés Carne de Res


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Laura Villamil sufrió el trágico accidente el pasado 17 de agosto. Su recuperación, según ella misma, ha sido un verdadero milagro. Foto: Cortesía

“Hay días muy duros, realmente. En los que uno dice ‘no más. No sigo’”. Estas fueron las primeras palabras que el país escucha de la voz de Laura Villamil. desde que el pasado 17 de agosto terminó quemada en el 80 por ciento de su cuerpo al realizar un acto circense con fuego en el restaurante Andrés Carne de Res de Chía (Cundinamarca).

Pero los días duros, dijo, los sopesa con el apoyo de su familia, de sus amigos, de la gente que la quiere. En la entrevista que dio en exclusiva para Noticias RCN, la artista reveló que después de todo lo que le pasó, que hoy esté viva, es un verdadero milagro, una razón para la esperanza.

«Al principio fue difícil porque no veía bien. Porque fue muy complejo, también, el despertar, pero a medida que fue pasando ya fue lo fui asimilando y ya, por lo menos, el estar realmente viva es un milagro. y agradezco muchísimo a todas las personas que me han enviado mucha luz, que me han enviado sus oraciones, sus palabras, su energía linda que llega para una pronta recuperación», dijo.

Confesó que se siente asombrada que un hecho tan trágico, como el que vivió, se haya convertido en un ejemplo de fortaleza para cientos de personas que le han enviado mensajes, cartas escritas y manifestado su admiración por la lucha que emprendió para seguir con vida.

“Hay momentos en los que digo ‘no creo, me parece muy impresionante, ¿cómo es posible que tal persona haya escrito esto? ¿Cómo es posible que esta persona me haya enviado un audio? ¿Cómo es posible que tantas personas estén así tan pendientes?’, para mí todavía es desconocido”, admitió.

Los días en el hospital

Aunque aseguró que normalmente no ve televisión es lo único que le queda, junto con los libros, para distraerse en los largos días que pasa en el hospital.

La entrevista a Noticias RCN la dio en una camilla rodeada de dispositivos médicos, con vendas en el brazo y en la cabeza. Una voz entrecortada, como si apenas su cuerpo estuviera grabando sus funciones. Es consciente de que aún falta mucho tiempo para su recuperación, ya que no puede pararse ni caminar sola es, como ella dice, “renacer”.

Sin embargo, añadió, esa no es una excusa válida para dejar de soñar, porque sabe y aprendió que para estar vivo solo se necesita soñar.

“Sueño que podamos vivir del arte sin arriesgarnos. Sueño con que el arte salva vidas. Sueño también con poder ayudar a las personas que lo necesiten en cualquier ámbito (…) sueño también con que seamos mucho amor”, añadió.