Este miércoles, los diputados de francia votaron una moción de censura que tumba del primer ministro conservador, Michel Barnierquien apenas llevaba en el cargo tres meses. La decisión abre una nueva crisis política que sacude al gobierno de Emanuel Macroncuyo mandato termina en 2027, ya la Segunda economía de la Unión Europea.
Por 331 votos a favor, por encima de la mayoría absoluta de 288, la cámara puso fin a los menos de 100 días de gobierno de Barnier, rechazando a su vez sus presupuestos para 2025.
Corresponde al interesado y decide si puede continuar o no. Corresponde a su conciencia decidir si puede sacrificar la acción pública y el destino de Francia a su orgullo. Corresponde a su razón decidir si puede ignorar la evidencia de un repudio popular masivo que, en su caso, considera definitivo
Marina Le PenLíder política francesa
De momento, Macron tendrá la difícil tarea de nombrar a otro primer ministro sin tener el respaldo de la Asamblea Nacional y bajo el llamado de algunos sectores de oposición para que el presidente se aparte del cargo.
“Corresponde al interesado decidir si puede continuar o no. Corresponde a su conciencia decidir si puede sacrificar la acción pública y el destino de Francia a su orgullo. Corresponde a su razón decidir si puede ignorar la evidencia de un repudio popular masivo que, en su caso, considero definitivo”, dijo la líder de extrema derecha Marine Le Pen.
Sin embargo, el presidente, de visita en Arabia Saudita, calificó de “ficción política” una eventual dimisión.
¿Qué salidas tiene ahora el mandatario de centro derecha?
El contexto de la crisis en Francia
Macron escogió en septiembre al conservador Michel Barnier como primer ministro en nombre de la estabilidad, dos meses después de las legislativas que adelantó a raíz de la victoria en Francia de la extrema derecha en los comicios al Parlamento Europeo.
El inesperado adelanto electoral dejó una Asamblea Nacional (Cámara baja) sin mayorías claras y dividida en tres bloques irreconciliables: izquierda, centroderecha y extrema derecha.
En medio de ese ambiente fragmentándose en la Asamblea, el gobierno tuvo problemas para impulsar algunas de sus iniciativas. Ante esto, Barneir acudió al polémico artículo 49.3 de la Constitución luego de no lograr convencer a las bancadas para que apoyen el proyecto de presupuesto, que incluían recortes significativos para tratar de controlar el elevado déficit francés (que prevé en el 6,1 % este año).
El artículo 49.3 permite la aprobación de iniciativas legislativas sin tener que pasar por la votación de la Asamblea. Sin embargo, se trata de un mecanismo polémico y poco usado en la política francesa, pero que el gobierno de Macron ha recurrido en otras oportunidades por la falta de respaldo entre los partidos.
Con la aprobación del texto saltándose el voto legislativo, Barnier se colocó en la línea de fuego de la izquierda y de la extrema derecha, que convocaron la moción de censura.
¿A quién nombrará Macron en el cargo para calmar las aguas políticas en Francia?
Nada impide a Macron designar de nuevo a Barnier. En 1962, el entonces presidente Charles de Gaulle nombró de nuevo a Georges Pompidou, el único primer ministro en caer hasta ahora en una moción de censura desde 1958.
El martes por la noche, el primer ministro de 73 años descartó esta posibilidad. “Quiero servir. Les he dicho que es un gran honor. Pero, ¿qué sentido tiene (un nuevo nombramiento como primer ministro)?”, dijo a las cadenas TF1 y France 2.
Entre los nombres que circulan para suceder al exnegociador europeo del brexit figura el actual ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, y el aliado centrista de Macron, François Bayrou.
Para calmar la crisis, Macron debe buscar alianzas
La designación en septiembre de Barnier fue posible porque su partido conservador Los Republicanos (LR) decidió dejar la oposición y gobernar junto a la alianza centrista en el poder desde 2017.
Pero el líder de LR, Laurent Wauquiez, aseguró el martes ante sus diputados que su “compromiso en septiembre sólo valía para Barnier”, según su entorno, dejando entrever nuevas discusiones para entrar en un gobierno.
A dos años y medio de la próxima elección presidencial, a la que no puede optar Macron, los partidos buscan desvincularse del legado de un presidente impopular, pero intentando no aparecer como responsables de la crisis actual.
¿Macron puede acercarse a la izquierda francesa?
El NFP -formado por socialistas, ecologistas, comunistas y el partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI)- ganó las legislativas sin mayoría, pero Macron se negó a nombrar como primera ministra a su candidata, la economista Lucie Castets.
Aunque Castets dijo el martes que está “preparada para gobernar”, los socialistas abogarían por proponer un pacto de “no censura” con acuerdos puntuales al resto de partidos, salvo la extrema derecha, pero con un gobierno de izquierdas.
Esta apertura choca con la posición de LFI, que aboga por “aplicar el programa y sólo el programa” del Nuevo Frente Popular, pese a que este escenario implicaría una censura rápida.
¿Sería viable un Gobierno tecnócrata en Francia?
Otra de las posibilidades sería el nombramiento de un gobierno tecnócrata hasta las próximas elecciones legislativas, un recurso utilizado en Italia en varias ocasiones para superar crisis políticas.
Este gobierno se dedicaría a la gestión diaria ya cobrar los impuestos, pero se enfrentaría al escollo en el Parlamento de los presupuestos para 2025.
“Detrás de lo técnico siempre está la política”, resume un líder de la alianza de Macron, rechazando este escenario.
Sin embargo, cada vez más voces, desde la izquierda, pero también de LR, consideran que la única salida a la crisis son la dimisión de Macron y un adelanto de la elección presidencial.
La crisis y la incertidumbre están a la orden del día en Francia.
CARLOS REYES – SUBEDITOR INTERNACIONAL – EL TIEMPO
*Con AFP