CNN
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Esto es todo.
El juicio por difamación mediática del siglo está a punto de comenzar en Wilmington, Delaware, en cuestión de días.
La selección del jurado en la gigantesca demanda por difamación de 1.600 millones de dólares de Dominion Voting Systems se llevó a cabo durante todo el jueves, y se convocó a 300 jurados potenciales a la corte. Se logró un buen progreso y el juez presidente señaló que había “jurados más que suficientes” para comenzar el juicio según lo programado el lunes.
Es allí, en la Sala 7E, donde las figuras más importantes de Murdoch Media, acompañadas por una multitud de abogados de alto rango, intentarán montar su defensa después de fracasar repetidamente en su intento de convencer a un juez de desestimar el caso ahora histórico.
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Francamente, es extraordinario escribir esas palabras. Cuando vi a Fox News transmitir mentiras electorales tras las elecciones de 2020, nunca esperé que la cadena rindiera cuentas de manera significativa.
Hace ya un tiempo que cubro Fox News. He visto miles y miles de horas de programación de ese canal de derechas. He visto a sus presentadores a lo largo de los años socavar la salud pública, hacer comentarios groseros contra los inmigrantes, difundir mentiras y propaganda e impulsar teorías conspirativas desquiciadas que antes estaban reservadas a los sectores más marginales de la derecha.
La cadena siempre ha parecido encontrar la manera de sortear las controversias, incluso las tormentas más infernales a las que se ha enfrentado. A veces ha emergido incluso más fuerte y envalentonada que antes.
Pero esta vez es diferente. Esta vez, los trucos habituales a los que recurre la red en tiempos de crisis no la librarán de los problemas. Esta vez, en un tribunal de justicia, la red tendrá que presentar un argumento honesto y basado en hechos.
Fox News está a punto de entrar en la verdadera zona de no manipulación, donde el engaño está estrictamente prohibido, donde no está al mando y donde sus principales ejecutivos, como Rupert Murdoch y Suzanne Scott, y presentadores como Tucker Carlson y Sean Hannity no pueden simplemente ignorar una solicitud de comentarios y recurrir, en cambio, a atacar a “los medios” en antena.
En este contexto, donde no se pueden decir mentiras a la ligera y no se puede distorsionar la verdad para que encaje en una narrativa deshonesta, será fascinante ver cómo le va a la cadena. Si las audiencias previas al juicio son un indicador, no será agradable. El caso ni siquiera ha comenzado y el juez que preside el proceso ya ha perdido la paciencia con el equipo legal de Fox y les ha puesto sobre aviso.
Tal vez los vientos cambien para Fox News cuando el juez dé por terminado el juicio el lunes, pero si se desarrollan como las últimas semanas de juicio, Fox News se enfrentará a un viaje brutal.