el El futuro de los niños, niñas y adolescentes del mundo en 2050 estará determinado por tres grandes fenómenos: el cambio demográfico, la crisis climática y el impacto de las tecnologías. Esa es la principal conclusión del informe ‘Estado Mundial de la Infancia 2024’ publicado este miércoles por Unicef en el marco del Día de la Infancia.
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En su informe anual, la agencia de Naciones Unidas advierte que “asistimos a un retroceso en materia de derechos de la infancia a escala mundial”, por lo que corren peligro varias décadas de progresos. Unicef, de hecho, advierte que “el futuro de los niños está en riesgo si no se toman medidas urgentes“.
En medio de ese panorama, la agencia analizó cómo estas tres megatendencias y otros indicadores socioeconómicos podrían producir diferentes trayectorias y determinar cómo vivirá la infancia en el mundo de 2050.
“Las tendencias demográficas actuales determinarán las futuras características de la población. El carbono expulsado hoy a la atmósfera definirá el clima del mañana. Las tecnologías que hoy desarrollamos y controlamos no solo influirán en la forma de aprender, trabajar y comunicar de las futuras generaciones, sino también en el bienestar de la infancia durante las próximas décadas”, señala Unicef.
Así es cómo el cambio demográfico, la crisis climática y el impacto de las tecnologías impactarán el futuro de la niñez en 2050.
1. Cambio demográfico
Según el informe de Unicef, la transición demográfica mundial “nos está llevando a un mundo en el que el número de niños se está estabilizando”. Así, para 2050 la población infantil rondará los 2.300 millones, una cifra muy similar a la actual, aunque otros patrones como la fecundidad, la mortalidad o la migración terminarán por definir la cifra final (estará, según Unicef, entre 1.700 y 3.000 millones de niños).
Aunque la proporción infantil se reducirá en todas las regiones debido al proyectado crecimiento de la población adulta –se estima que en algunas sociedades la proporción será de menos de 1 por cada 10 miembros–, Unicef alerta que algunas regiones que ya tienen dificultades para satisfacer las necesidades básicas de la infancia Seguirán contando con un elevado porcentaje de niños, niñas y adolescentes.
Según el informe, de hecho, para 2050 más de un tercio de los niños del mundo vivirán en solo cuatro países (China, India, Nigeria y Pakistán), mientras que solo diez países albergarán a la mitad de los niños del planeta.
Esto puede “impulsar” la economía, pero sólo si se toman previas para garantizar que este “ejército de jóvenes” tenga acceso a educación, medidas servicios sanitarios y empleo de calidad, señala Unicef.
En otros países donde la disminución de la proporción infantil sea mayor, está en riesgo “su visibilidad” y, sobre todo, sus derechos en sociedades más envejecidas.
2. Cambio climático
Según Unicef, en medio de la desestabilización climática, el colapso de la biodiversidad y la contaminación generalizada, “los niños se enfrentan ahora a un entorno más impredecible y peligroso que cualquier generación anterior”.
El informe asegura que aproximadamente 1.000 millones de niños, es decir, casi la mitad de los niños del mundo, viven hoy en día en países en riesgo climático y ambiental. La crisis es total: el aumento de las temperaturas ha provocado un mayor riesgo de enfermedades como malaria o dengue, el acceso al agua potable está en riesgo, los fenómenos meteorológicos causan daños en la salud mental de los menores o perturbaciones en su aprendizaje, entre otros.
Si se mantiene la trayectoria actual, Unicef prevé que en 2050 la cifra de niños y niñas expuestas a olas de calor extremas será 8 veces mayor y los menores expuestos a inundaciones serán 3,1 veces más. Al tiempo, la cifra de niños y niñas expuestos a incendios forestales extremos sería 1,7 veces mayor; a sequías extremas, 1,3 veces mayor; ya ciclones tropicales 1,2 veces mayor.
“La protección de los derechos de la infancia exige inmediatos para reducir las emisiones, permitir la transición hacia las energías limpias e implementar acciones de adaptación al cambio climático”, recomienda Unicef.
3. Las tecnologías
El informe de Unicef también destaca que el futuro de la infancia podría mejorar de forma significativa gracias a las tecnologías avanzadas tales como la Inteligencia Artificial (IA).
Sin embargo, la agencia enfatiza que la brecha digital persiste: mientras la población conectada a internet en los países ricos alcanza el 95 por ciento, en los más pobres los conectados solo llegan al 26 por ciento. En países de renta baja, por ejemplo, nueve de cada 10 niñas y mujeres jóvenes no tienen conexión a internet.
“La digitalización puede empoderar a los niños y niñas. Además de permitirles crear, aprender y comunicarse con sus amigos, sienta las bases de sus futuras perspectivas económicas (…) La inteligencia artificial y la neurotecnología son algunas de las nuevas tecnologías que pueden posibilitar una educación personalizada, fortalecer la atención sanitaria y ofrecer otras mejoras para las vidas de los niños y niñas”, señala el informe.
Si no se eliminan estas barreras, dice Unicef, se retrasará aún más a una generación ya desfavorecida.
No obstante, los riesgos también persisten: el acceso de los menores a la tecnología sin el control adecuado implica riesgos como invasión de la privacidad, exposición a contenidos nocivos, uso indebido de la información personal y hasta exposición a los depredadores sexuales en línea.
Los tres escenarios para los niños en 2050, según el informe de Unicef
- Con una trayectoria sin cambios (continuidad en las tendencias actuales): En 2050, según los escenarios planteados por Unicef y el Centro Wittgenstein para la Demografía y el Capital Humano Mundial, la población infantil aumentaría en países de renta media y baja, los niños estarían ocho veces más expuestos a olas de calor en comparación con los 2000. , y el mundo podría no lograr la finalización universal de la enseñanza secundaria.
- Con una trayectoria de desarrollo acelerado (progresos más rápidos gracias a una mayor inversión social): Unicef y el Centro Wittgenstein prevén que habría cuatro veces más niños expuestos a olas de calor –aunque cuatro veces menos que con la trayectoria actual–. Además, con un crecimiento económico y políticas de protección social se lograría reducir el número de niños en la pobreza, aumentar el porcentaje de menores que viven en sociedades con igualdad de género y disminuir en un 59 por ciento los menores que viven expuestos a conflictos prolongados. .
- Con una trayectoria de retraso (falta de inversión y mayor fragmentación social): En el escenario más crítico, Unicef y el Centro Wittgenstein prevén un aumento de los menores que viven en países de renta baja y falta de escolarización. Además, casi 14 veces más niños estarían expuestos a olas de calor extremas y 1.100 millones de menores podrían vivir en sociedades con desigualdades de género. Otros 1.400 estarían expuestos a conflictos subnacionales.
Si el mundo sigue la trayectoria actual, así se proyecta la situación de los menores en 2050.
- Se prevé que la tasa de supervivencia de los recién nacidos aumente a más del 96 por ciento para 2050 (era de 94 por ciento en los 2000). La esperanza de vida también crecería (81 años para las niñas y 76 para los varones).
- Un 23 por ciento de los niños y niñas del mundo vivirán en los países clasificados en la categoría de ingresos bajos, más del doble que el porcentaje reportado en los 2000 (11 por ciento).
- Bajo el ritmo actual, 95,7 por ciento de los menores completarán por lo menos la educación primaria y el 77 por ciento al menos la educación secundaria (En 2000, la cifra llegaba al 80 y 40 por ciento, respectivamente). También se espera una reducción de la diferencia en cuanto a nivel de estudios entre niñas y niños.
- El número de niños residentes en zonas de conflicto se reducirá: de 833 millones en la década de los 2000 a 622 millones en 2050. No obstante, crecerá en África: 97,8 millones de menores estarían expuestos a conflictos en África Oriental y Meridional y 69 millones en África Occidental y Central.
- Unicef y el Centro Wittgenstein prevén que cerca del 60 por ciento de la población infantil viva en entornos urbanos en 2050.
“La dirección correcta será la que permita a los niños sobrevivir y vivir lo mejor posible en 2050”, concluye Cécile Aptel, directora adjunta de la división de investigación de Unicef.
ANGIE NATALY RUIZ HURTADO – REDACCIÓN INTERNACIONAL – EL TIEMPO