La rama de la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca se ha convertido en uno de los jalonadores de la economía colombiana y en el tercer trimestre de este año aportó la mitad del crecimiento del producto interno bruto (pib). En entrevista con EL TIEMPO, Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), explica las razones de la buena hora del agro. También habla sobre la discusión del salario mínimo, la jurisdicción agraria y el contrato agropecuario.
Conforme a los criterios de
El agro se ha convertido en lo que más jalona la economía, ¿a qué se deben estas buenas cifras?
Diría que a tres factores. Lo primero es el tema de la reducción tan importante que ha habido en los costos de los insumos en el mercado internacional. Hay que recordar que con la invasión de Rusia a Ucrania los fertilizantes que se utilizan en los cultivos se disparan. Además, subieron las materias primas para la alimentación de los animales como el maíz y la soja. Lo segundo tiene que ver con las labores de mejoras en la producción de algunos sectores como el café, el cacao, el aguacate hass o el plátano, gracias a los trabajos de asistencia técnica y la renovación de las plantaciones. Por ejemplo, en el caso del cacao estos trabajos vienen de la Fedecacao con el gobierno de Iván Duque. Y, por último, hay que resumir el clima favorable en diferentes zonas del país.
¿De qué depende que se mantenga este crecimiento, qué riesgos ve?
No me gusta verlo como un crecimiento estelar porque si llueve mucho, se puede dar al traste con todo el esfuerzo. El agro es muy sensible al clima o también a lo que ocurre en el mercado internacional. Lo más importante es la rentabilidad. ¿De qué sirve crecer si hay sectores como la construcción, el comercio y la manufactura que representan millones de consumidores que no la están pasando bien? La agricultura ha venido creciendo, pero si el consumo se frena y aumenta más rápido la oferta de comida llegará un momento donde los precios bajarán tanto que habrá productores que no podrán sostenerse.
¿Entonces se puede decir que sin reactivación económica el agro podría dar marcha atrás?
Sí, siempre hemos dicho que además de la seguridad la mejor política para el agro es la reactivación económica de los sectores que representan millones de consumidores porque si no, dios no lo quiera, el año entrante se nos puede devolver la situación.
¿Colombia se volvió cafetera y no carbonera, como dice el presidente Gustavo Petro?
diria que Colombia siempre ha sido cafetera, arrocera, bananera, panelera, papera, avicultura, porcicultura,…es decir, que hay un gran esfuerzo que viene a pesar de los aciertos y desaciertos que todos los gobiernos han tenido.
Con la desfinanciación que tiene el Presupuesto del 2025 la mayoría de los sectores podrían llegar a contar con menos recursos para el próximo año, ¿cómo lo ve por el lado del agro?
Es algo que siempre nos preocupa. El gobierno desaprovechó una gran oportunidad cuando tenía la plata para meterle más recursos a subsidiar las tasas de interés altas y para fortalecer aún más el seguro agropecuario. El dinero que no se ejecutaron en la Agencia de Desarrollo Rural lo hubieran podido utilizar mejor en generar más herramientas y en la construcción de vías terciarias, por ejemplo. Los recortes presupuestales lo que van a limitar es la capacidad de dotar de bienes públicos, como lo hemos pedido desde que empezó este gobierno y los anteriores. De hecho, ya se agotaron los recursos para el seguro agropecuario hace un par de meses y fíjese lo que está pasando con el invierno. Además, lo que siempre hemos dicho es que hay que mantener las entidades despolitizadas.
¿Cómo ve el avance de la reforma agraria?
El tema de comprar tierras toma tiempo. Lo que en su momento pudo pasar es que el Gobierno sobredimensionó lo que podía hacer en un año o en dos. Si bien la Agencia Nacional de Tierras (ANT) ha venido aumentando el número de compras, todavía están lejos de las metas que se propusieron. Además, la Agencia de Desarrollo Rural tuvo unos indicadores de ejecución muy pobres en el momento que más recursos tuvieron y la asistencia técnica termina siendo fundamental para el propósito de la reforma.
¿Y qué expectativa hay por la ley de jurisdicción agraria?
Ahí tenemos unas enormes preocupaciones. por si se llega a quitar la fase judicial a los procesos agrarios. No solo se necesita seguridad físicaque está muy deteriorada en el país, sino también jurídica.
¿La inseguridad sigue siendo el reto más fuerte del campo en este momento?
Sí, el tema que más preocupa sigue siendo la seguridad física y jurídica. En algunas zonas rurales en las que se produce comida hay presencia de disidencias de las Farc, del ELN, bandas criminales, donde hay extorsión, secuestros y la gente vive con miedo. No queremos volver a repetir cosas que se vieron tristemente en el pasado.
Los artículos sobre el contratopecuario se sacaron del debate de la reforma laboral pero el Gobierno baraja volverlos a incluir, ¿sería un error?
Como se lo hemos dicho al Gobierno, si pretendemos insistir en el tema ahora para el Senado, ojalá sea con un articulado que reconozca la realidad del campo, es decir, que hay trabajadores rurales que tienen más de un empleador en un mismo día y que se mantiene el Sisbén. Sin embargo, si van a insistir en los mismos sería peor el remedio que la enfermedad.
¿Qué más le pediría al Gobierno?
Al Gobierno ya la Fiscalía les pediría que pongan la atención a la seguridad, pues no se puede perder. Además, que se aproveche el conocimiento y toda la disposición a trabajar en todos los frentes que han demostrado los gremios. Y tercero, que lo que vayan a ejecutar de presupuesto el año entrante se enfoca en las cosas que pueden tener un efecto multiplicador en el campo. Se necesita una buena ejecución en vías terciarias y en bienes públicos rurales.
Usted forma parte de la mesa tripartita para la discusión del salario mínimo, ¿ve más difícil una concertación este año?
No, yo siempre lo he visto más como una concertación. obviamente hay, como se lo dijimos a los ministros, un escepticismo porque este año no se concertó nada de la reforma laboral ni de lo que pasó en el Congreso; Sin embargo, llegamos a la mesa con todo el espíritu de concertar y ya tenemos un calendario.
Pero el presidente de la CUT, Fabio Arias, dice que hay más pesimismo este año…
Nosotros siempre somos optimistas y dispuestos a concertarsi al final no se llega como el año pasado, que estuvimos muy cerca, pues bueno, pero nosotros nos tomamos con toda la seriedad este proceso. Hay que medirle optimismo porque cada año es distinto.
Noelia Cigüenza Riaño
Subeditora de Economía y Negocios
@noe_cig