CNN
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El hombre que robó una estatua de bronce de Jackie Robinson que fue cortada por los tobillos y encontrada días después ardiendo en un bote de basura ha sido sentenciado a prisión.
El viernes, Ricky Alderete fue sentenciado a 18 meses de prisión por el robo de la estatua y a 13,5 años de prisión por un robo no relacionado. En un tribunal de Kansas, dijo que sus acciones se debían a una adicción al fentanilo.
La liga juvenil de béisbol League 42 planea develar el lunes una estatua de reemplazo elaborada a partir del molde original en un parque de Wichita. La ciudad se sorprendió cuando la estatua fue cortada de su base en enero, dejando solo los zapatos y los pies.
La liga, que atiende principalmente a jóvenes de bajos ingresos, lleva el nombre del número de uniforme de Robinson cuando jugaba para los Brooklyn Dodgers, con quienes rompió la barrera racial de las grandes ligas en 1947.
Los bomberos encontraron restos quemados de la estatua cinco días después mientras respondían a un incendio en un bote de basura en otro parque a unas 7 millas de distancia.
Alderete se declaró culpable del robo. Fue sentenciado a 18 meses de prisión y a pagar una indemnización de 41.500 dólares por el robo de la estatua.
También fue condenado a 13,5 años de prisión por un robo agravado ocurrido el 1 de febrero.
La vida de Jackie Robinson en imágenes
“Dejé que el fentanilo me dominara y tomé muchas malas decisiones. No voy a negarlo. Nunca quise lastimar a nadie”, dijo en el tribunal el viernes. “Me siento avergonzado, me siento culpable. Lo que sea que hagas hoy, lo acepto”.
Después de que robaran la estatua original, comenzaron a llegar donaciones para reemplazarla, entre ellas 100.000 dólares de las Grandes Ligas de Béisbol. Se espera que el ex mánager de los Yankees de Nueva York Joe Torre y el ganador del premio Cy Young de la Liga Americana en 2007 CC Sabathia asistan a la inauguración el lunes.
Los botines que quedaron abandonados ahora están en exhibición en el Museo de Béisbol de las Ligas Negras en Kansas City, Missouri.
Robinson jugó para los Kansas City Monarchs de las Ligas Negras antes de unirse a los Brooklyn Dodgers, allanando el camino para generaciones de jugadores de béisbol afroamericanos. Se lo considera no solo una leyenda del deporte sino también un ícono de los derechos civiles. Robinson murió en 1972.
