Nuevos datos muestran que los feminicidios en Colombia han alcanzado su nivel más alto en siete años.
El Observatorio Colombiano de Femicidios (OFC), una ONG que rastrea la violencia contra las mujeres, registró 745 asesinatos de mujeres por motivos de género en todo el país entre enero y el 31 de octubre de este año.
Tras este sombrío anuncio, El Correo de Bogotá Habló con expertos de la sociedad civil para descubrir qué significan realmente las cifras y qué soluciones podrían existir para el problema de los feminicidios en Colombia.
¿Realmente han aumentado los feminicidios?
La respuesta corta es: realmente no lo sabemos.
María de los Ángeles Vega Delgado, Directora de Justicia Para Todas (JPT), organización que ofrece representación legal a víctimas de feminicidio, puso en duda las cifras de la OFC.
“Es importante resaltar que en Colombia no existen datos oficiales sobre feminicidios”, dijo Vega Delgado.
Afirmó que la falta de estadísticas confiables proporcionadas por el gobierno “impide un análisis detallado y riguroso de la situación”.
Lina Buchely, directora del Observatorio para la Equidad de las Mujeres (OEM), un think tank que se enfoca en los derechos de las mujeres y las políticas públicas en Colombia, también cuestionó las cifras.
Explica que las estadísticas sobre feminicidios no necesariamente reflejan la magnitud de la violencia contra las mujeres.
“Hay un argumento común en las interpretaciones del feminicidio que dice que… [they] no han aumentado, sino que hemos aprendido a reconocerlos mejor”, afirmó Buchely.
Según ella, las cifras más altas probablemente sean producto de una mayor conciencia.
“La realidad es que hemos aprendido a reconocer [femicides] mejor, porque las mujeres siempre han sido asesinadas”, explicó.
Buchely sugiere que muchos asesinatos escapan a las estadísticas oficiales o no están categorizados de manera adecuada, lo que significa que la cifra de 745 casos es probablemente mucho menor que la cifra real.
“Estamos en una coyuntura en la que reconocemos mejor el feminicidio, pero también debemos utilizar este reconocimiento para hacer sonar la alarma”, añadió Buchely.
¿Cuáles son las principales causas de los feminicidios en Colombia?
Dados los altos niveles de feminicidio en Colombia, es importante comprender las causas subyacentes.
Buchely explica que las condiciones económicas son un factor importante.
Ella describe una correlación entre las dificultades financieras y la violencia doméstica provocada por una ruptura de los roles familiares tradicionales, ya que las mujeres deben trabajar para mantener a sus familias.
“La salida de las mujeres al mercado laboral, incluso si es informal, siempre ha dado lugar a represalias”, afirmó Buchely.
Pero también destacó que es demasiado complejo dar explicaciones simples de la violencia a escala nacional.
Justicia Para Todas Se hizo eco de esta opinión, citando las normas patriarcales profundamente arraigadas en la cultura colombiana.
“Es crucial considerar no sólo las cifras sino también el contexto social y cultural que rodea este problema”, dijo Vega Delgado.
El feminicidio es, como describe Buchely, “un final trágico” que sigue a otras formas de violencia de género arraigadas en la sociedad.
“Es muy importante vincular el feminicidio con indicadores de violencia de género en el ámbito laboral, acoso sexual en la calle, [and] violencia doméstica”, explicó.
Buchely insiste en que el feminicidio no es un problema aislado sino el producto más extremo de una cultura más amplia que subordina a las mujeres.
¿Cuál es la respuesta, si es que hay alguna?
Pese a la complejidad y las causas profundas del feminicidio, Buchely y Vega Delgado sostienen que existen soluciones al problema.
El primer paso es una mejor recopilación de datos, según ambos expertos.
“El Estado debe comprometerse a mejorar la recopilación y análisis de datos sobre violencia contra las mujeres para desarrollar políticas públicas efectivas”, comentó Vega Delgado.
Con datos adecuados, el gobierno y las organizaciones de la sociedad civil pueden tomar mejores decisiones sobre políticas para reducir el feminicidio.
Pero Buchely también enfatizó que la recopilación de datos no debería concentrarse simplemente en el número de feminicidios o casos de violencia doméstica.
Ella aboga por un cambio de enfoque desde el producto final hacia las razones detrás de los casos de feminicidio.
“Hablar más sobre el fenómeno y comprender mejor lo que hay detrás de él podría permitirnos transformar de manera más efectiva la situación de las mujeres en Colombia”, dijo Buchely.
Criticó el pensamiento tradicional que ve los feminicidios como un fenómeno trágico pero excepcional.
En cambio, Buchely cree que discutir por qué un hombre mató a una mujer, “ya sea por la ropa que vestía, el hecho de que consiguió un trabajo, que dejó a su marido, que la engañó”, mostraría que los feminicidios son producto de un análisis más amplio. cultura misógina.
Ella cree que este cambio va de la mano con un alejamiento de lo que ella llama “populismo punitivo”, donde el Estado es duro con los perpetradores de feminicidio pero hace poco en materia de prevención.
El director de Justicia Para Todas También enfatizó la necesidad de dejar de castigar simplemente los feminicidios una vez que han ocurrido.
“Es preocupante ver cómo los esfuerzos para prevenir la violencia contra las mujeres no se están implementando lo suficiente. Mientras tanto, se sigue centrando la atención en las sanciones una vez que el daño ya está hecho”, afirmó Vega Delgado.
En lugar de medidas punitivas que no logran detener los feminicidios, ambas organizaciones exigen una combinación de programas sociales y reformas institucionales para combatir los feminicidios.
Buchely cree que las políticas públicas para promover la independencia financiera de las mujeres son una forma de romper los ciclos de violencia en los que las mujeres quedan atrapadas en relaciones abusivas.
También citó proyectos existentes que ofrecen líneas de ayuda para hombres que no pueden lidiar con su ira, brindándoles una salida que podría disuadirlos de la violencia.
Vega Delgado aboga por un programa integrado de educación, sensibilización y reformas institucionales. También destacó la necesidad de que las víctimas de violencia doméstica reciban servicios de salvamento, incluidos refugios y asistencia jurídica, para protegerlas de relaciones abusivas.
Si bien la solución dista mucho de ser simple, organizaciones como la OEM y el JPT están encabezando políticas y reformas que están llevando a Colombia en la dirección correcta.