Siete de cada 10 fatalidades involucran a un motociclista en Bogotá, según estudio de siniestralidad vial

El 61 por ciento de los motociclistas en Bogotá exceden la velocidad. Así lo reveló un estudio presentado hoy por la Secretaría de Movilidad y la Universidad Johns Hopkins.

En el mismo estudio, titulado ‘Informe sobre la situación de seguridad vial 2024. Factores de riesgo en seguridad vial’, se indica que en 2023, el 45 por ciento de los muertos en Bogotá en eventos de tránsito fueron usuarios de motocicletas.

Le siguen los peatones (38 %) y los ciclistas (12 %). En total, el 95 por ciento de las muertes en las vías de la ciudad son de usuarios vulnerables.

No hay nada más prevenible que la siniestralidad vial. Es más difícil prevenir una enfermedad cardiovascular que un siniestro

Durante la presentación del estudio, la secretaría de Movilidad, Claudia Díaz, destacó que la participación de motos en siniestros viales sigue aumentando. De un 40 por ciento en 2023 se pasó a 48 por ciento este año.

“Siete de cada 10 fatalidades involucran a una moto y cinco de cada 10 muertes son peatones impactados por una motocicleta. Vamos a enfocarnos en acciones que permitan contrarrestar ese efecto”, anunció Díaz.

Así mismo, la secretaría detalló que los jóvenes entre 18 y 34 años son el grupo etario que, mayoritariamente, muere en las vías de la ciudad (46 %). También la mayoría de los motociclistas que fallan en las vías de Bogotá (70 %) son jóvenes y novatos.

¿Por qué son los que más mueren?

Andrés Vecino, investigador de la Universidad Johns Hopkins, refirió que la forma en la que nos relacionamos en la vía cambió después de la pandemia. Lo que evidencia el incremento de la motocicleta como medio de transporte.

“Si miramos la distribución de la mortalidad casi todos son motociclistas”, reafirmó.

Con esta opinión coincide Omar Oróstegui, director del GovLab de la Universidad de La Sabana. Según el experto, la pandemia profundizó la crisis del transporte público.

“Esto obligó a buscar alternativas de movilidad más eficientes para desplazarse. En este escenario, la motocicleta logra captar la atención de nuevos usuariosquienes ante la facilidad de acceso y los menores costos optaron por cambiar la bicicleta o el transporte público por una moto”, explicó Oróstegui.

Por su parte, Darío Hidalgo, profesor de transporte de la Universidad Javeriana, señaló que el número de motocicletas en Bogotá-Región sigue creciendo. Según la encuesta de movilidad, los viajes en moto aumentaron un 19 por ciento.

El profesor indicó además que los principales usuarios de moto son hombres jóvenes, que no tienen la pericia que da la experiencia y, al mismo tiempo, muchos tienen poca aversión al riesgo.

“Al crecer el uso de moto se genera también riesgo sobre los otros usuarios vulnerables: peatones y ciclistas. El efecto de las cámaras está concentrado en los puntos donde estos operan, para seguir generando impacto en reducción de siniestros se necesitan más cámaras y más operativos de control con policía”, explicó Hidalgo.

El estudio de la Universidad de Johns Hopkins, que se viene realizando desde 2015 y con apoyo de la iniciativa Bloomberg para la seguridad vial mundial, cálculos que se ha incrementado la frecuencia de motos observadas con exceso de velocidad en un 75 por ciento.

“Mientras todos los vehículos se mantienen en una tendencia, son las motos las que impulsan el exceso de velocidad. Es importante decir que a 50 km/h si un motociclista choca, la probabilidad de fallar es del 50 por ciento. Pero si va a 60 km/h la probabilidad es del 90 por ciento. Hay un crecimiento exponencial entre un límite de velocidad y otro”, expuso Vecino.

Al crecer el uso de moto se genera también riesgo sobre los otros usuarios vulnerables: peatones y ciclistas

Aunque el estudio contempla otras variables como el uso de casco y el consumo de bebidas alcohólicas, el exceso de velocidad sigue siendo el principal factor de preocupación.

En cuanto al uso de elementos de protección como el casco, Bogotá tiene un mejor comportamiento comparado con otras ciudades de latinoamérica. Sin embargo, un 30 por ciento de los motociclistas que fallecieron tuvieron lesiones en el cráneo que se hubieran podido evitar con el uso de este elemento de protección.

El investigador de la universidad Johns Hopkins concluye, al comparar con otras capitales latinoamericanas, que en donde hay más exceso de velocidad hay más muertes y, entre más motociclistas, hay más siniestralidad. “Exceso de velocidad y número de motos son claves para reducir las fatalidades”, aseveró.

Así va la siniestralidad en Bogotá

Este año las cifras de fatalidades y lesionados en siniestros viales en la ciudad van mejorando, un comportamiento que también se viene presentando a nivel nacional.

Según el Observatorio de Movilidad Distrital, desde enero hasta agosto las muertes han venido disminuyendo entre un mes y el otro. Enero de 2024 comenzó con 57 muertes y agosto cerró con 38 muertos.

Así mismo, al comparar los meses de 2023 con los de 2024 se observa una reducción en junio y julio. De 54 casos en junio del año pasado se pasó 49 en el mismo mes de este año.

Julio de 2023 tuvo 41 personas fallecidas en siniestros de tránsito, mientras que en el mismo mes de 2024 se registraron 34 casos. Esta misma tendencia a la disminución se presenta en la cifra de lesionados por eventos de tránsito en la ciudad..

De 1.977 lesionados en junio de 2023 se pasó a 1.598 casos en el mismo mes en 2024. También hubo una reducción en julio, de 1843 se pasó a 1.801 lesionados; y en agosto, de 1.992 a 1.881 personas lesionadas en eventos de tránsito al comparar el año pasado con este.

Lo anterior empieza a mostrar una nueva tendencia a la disminución de las fatalidades y los lesionados.. Sin embargo, tanto el Distrito como los expertos coinciden en que aún hay tareas pendientes para reducir las trágicas cifras.

En cuanto a las localidades más afectadas, el secretario de Salud, German Bermont, expuso que están teniendo en cuenta tanto el lugar de ocurrencia del evento de tránsito como la localidad de residencia de la víctima, para implementar acciones más focalizadas.

Así son las cosas, Kennedy, Teusaquillo y Ciudad Bolívar son las localidades en las que más siniestros viales se han presentado. No obstante, la mayoría de las víctimas de estos eventos de tránsito tienen su lugar de residencia en Los Mártires, Suba y Kennedy.

Las tareas pendientes

Uno de los focos de atención es el exceso de velocidad, no solo por parte de los motociclistas sino también de otros usuarios viales, ya que más del 40 por ciento excede los límites de velocidad que son de 50 km/hy 30 km/h, en zonas residenciales o escolares.

Los límites de velocidad es uno de los factores más polémicos también. De hecho, desde el Concejo se han lanzado propuestas encaminadas en aumentar estos límites aludiendo que las vías de Bogotá soportan una mayor velocidad.

Es un proceso lento porque el desarrollo de infraestructura lleva tiempo.

En este sentido, la secretaría de Movilidad recalcó que si bien hay una infraestructura diseñada para límites más altos de velocidad, no significa que se deban exceder los límites.

“Un ejemplo es la carrera 68, que se construyó y no había nada al lado, no había ningún tipo de interacción, pero con el desarrollo urbano va quedando dentro de la ciudad y tiene ahora nuevos usuarios. En algunos casos Hay que hacer cambios drásticos, pero es un proceso lento porque el desarrollo de infraestructura toma tiempo.”, afirmó Díaz.

Así mismo, destacó que como Distrito trabajarán de manera mancomunada en diferentes acciones que conduzcan a un cambio de comportamiento en el que se prioriza la vida de las personas frente a cualquier otra decisión.

“Acá hay un trabajo que estamos haciendo. Uno, cambios de comportamiento y dos, evaluación de la infraestructura vial y cómo pueden haber procesos de mejorano solo del mantenimiento vial, de la señalización, sino otros cambios que se podrían prevenir para que los usuarios de los vehículos motorizados tengan una mayor complejidad para exceder el límite de velocidad y que realmente haya una apropiación y un sentido de respeto por los límites. de velocidad y la vida de las personas”, manifestó la funcionaria.

A su vez, el secretario de Salud insistió en que la siniestralidad debe asumirse como un problema de salud pública e hizo un llamado a la ciudadanía para que sea un actor vial prudente.

“No hay nada más prevenible que la siniestralidad vial. Es más difícil prevenir una enfermedad cardiovascular que un siniestro. Teóricamente, es 100 por ciento prevenible. Un accidente es algo impredecible que cambia mi condición y provoca una adversidad, aunque tenga todos los elementos de seguridad; pero la mayor parte de las fatalidades son por decisiones inadecuadas de los conductores”, mencionó Bermont.

JENNYFER SOLANO BETANCOURT

Para EL TIEMPO