Al comenzar el año, todos tenemos sueños e ilusiones. En mi caso, elegí germinar una semilla de aguacate con la esperanza de que crezca fuerte y dé frutos. Me siento optimista. Inspirada en el icónico discurso de Martin Luther King Jr.quiero compartir un sueño que todos los que amamos la gastronomía compartimos: un futuro brillante para el sector culinario en Colombia.
Un sueño que no solo busca llenar estómagos, sino también alimentar corazones, culturas y comunidades que dan vida a nuestra cocina. Al igual que King imaginó un mundo más justo, yo imagino un 2025 en el que la gastronomía sea el reflejo. de un país más inclusivo, sostenible y orgulloso de sus tradiciones y diversidad. Sueño con un año en que nuestra cocina sea un referente internacional de sabor y creatividad, y el sector se vuelve próspero, lleno de oportunidades.
Que grandes y pequeños empresarios y emprendedores encuentren respaldo para seguir creando con la certeza de que su trabajo será valorado. Ojalá surjan más restaurantes sin pretensiones, enfocados en el gusto y bolsillo del comensalcon precios al alcance de la situación económica actual.
Sueño con un país donde los restaurantes siguen siendo pilares de la economía, la cultura y el empleo, expandiendo su impacto en la sociedad. Que los cocineros colombianos sean reconocidos por su talento y por preservar el legado culinario, uniéndose para posicionarnos como destino gastronómico.
Imagino un futuro donde quienes están detrás de cada plato reciban un salario justo y horarios adecuados, que les permitan vivir dignamente, disfrutar en familia y seguir cultivando su pasión.
Sueño con un sector inclusivo donde hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades para liderar, aprender y crear. Un espacio donde todos, independientemente de su género, origen, raza o edad, se puedan destacar. En mi sueño, las mujeres dirigen, innovan y llevan nuestra cocina más allá de las fronteras, sin acoso.
Sueño con un país en el que ningún colombiano pasa hambre, donde la comida no sea un lujo, sino un derecho disponible para todos. No más terrorismo de los nutricionistas influencers que sin criterio ni conocimiento generan miedo a la comida por ganar ‘me gusta’. Es urgente que se promueva una opinión responsable y fundamentada sobre un tema tan delicado, que afecta la vida de las personas, sin negar la grave crisis de salud que trae consigo la proliferación de alimentos ultraprocesados.
En 2025, nuestra gastronomía debe ser un referente de integración, donde los agricultores reciban el reconocimiento y la compensación que merecen. Sueño con que los colombianos apoyen más a los pequeños productores y comprenda en las plazas de mercado.
Este es el momento de confiar en lo que estamos construyendo, de apostar por lo nuestro y soñar con un año en el que la gastronomía sea, más que un negocio, un motor de cambio, progreso y futuro. Y, por supuesto, sueño con que todos los colombianos podamos disfrutar del mejor café producido por nuestros caficultores. ¡Buen provecho!
MARGARITA BERNAL
Para EL TIEMPO
X: @MargaritaBernal