Las oportunidades y temores que genera para Colombia el nuevo gobierno de Donald Trump en Estados Unidos

El próximo lunes 20 de enero Donald Trump regresará a la Presidencia de Estados Unidos, y al igual que en su primer mandato (2017-2021), su política exterior estará enmarcada bajo el lema “América primero”.

Esto significa que la prioridad para el mandatario será la industria estadounidense y, en ese sentido, anunció un arancel adicional del 10 por ciento a los bienes importados desde China.

También propuso un arancel del 25 por ciento a las importaciones provenientes de México y Canadá, y un arancel del 10 por ciento a todas las importaciones globales, lo cual incluye a Colombia.

Estados Unidos es un socio económico estratégico para Colombia. A noviembre de 2024 representó el 29 por ciento del total de las exportaciones nacionales y el 25,5 por ciento de las importaciones.

Además, el 42 por ciento de la inversión extranjera llegó desde este país, al igual que el 53 por ciento de las remesas que recibieron los colombianos al tercer trimestre del año pasado.

De acuerdo con Analdex, estas medidas, que Donald Trump justifica como una estrategia para abordar la inmigración ilegal y el combate al tráfico de drogas, generan interrogantes sobre sus efectos en el comercio global, pero al mismo tiempo abren oportunidades para países como Colombia.

Para AmCham Colombia, estas oportunidades deben ser aprovechadas por los empresarios para posicionar a Colombia como un socio estratégico en sectores clave, especialmente en el contexto de reactivación económica nacional.

Según comentó María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, sSería bastante difícil implementar este arancel universal del 10 por ciento porque también se podrían encarecer los productos y habría un impacto negativo sobre los consumidores estadounidenses.

“No creo que esa carga se quiera poner en un contexto de inflación moderada y una tasa de interés en descenso, que pueda cambiar ese camino y tener una influencia negativa en los ciudadanos de Estados Unidos”, aseguró María Claudia Lacouture.

Entre tanto, Javier Díaz, presidente de Analdex, destacó que los nuevos aranceles podrían generar un encarecimiento de productos básicos en Estados Unidos, incluyendo alimentos, automóviles y dispositivos electrónicos.

Las oportunidades para Colombia

En respuesta a un arancel adicional del 10 por ciento, China ha manifestado que buscará diversificar sus fuentes de importación para reducir la dependencia que tiene de Estados Unidos.

Es asi como China ha comenzado a buscar proveedores alternativos a Estados Unidos en regiones como América Latina, Asia y África para diversos productos. Esto representa una oportunidad para Colombia, que podría fortalecer su agroindustria e incrementar sus exportaciones hacia China en productos como café, flores, frutas y otros alimentos.

Así mismo, Colombia podría atraer inversión para desarrollar su sector manufacturero, enfocándose en la producción de bienes que actualmente se importan en China o Estados Unidos.

En esta misma línea, un análisis de AmCham Colombia identificó 144 partidas con Ventaja Comparativa Revelada (VCR) frente a China, mientras que frente a Canadá son 43 partidas y frente a México se identificaon 37.

Estos productos pertenecen a sectores como agroindustria, textiles, manufacturas, productos químicos, plásticos y bienes de valor agregado, posicionando a Colombia como un proveedor competitivo para el mercado estadounidense.

“Hay sectores donde ya tenemos una competitividad y si se hace un esfuerzo para mejorar la productividad, el volumen y ser exportadores, se abre un número importante de nuevos productos que se podrían aprovechar en esta tensión comercial”, manifestó María Claudia Lacouture.

Aunque Antioquia, Bogotá, Valle del Cauca y Atlántico lideran con un mayor número de productos con VCR, el potencial de exportación está distribuido en todos los departamentos del país. Cada región tiene, al menos, una oportunidad concreta para desarrollar productos competitivos y participar en el comercio internacional.

Por ejemplo, en Norte de Santander se tienen oportunidades para vender productos relacionados con los textiles. Entre tanto, Meta es uno de los departamentos que tiene un gran potencial para producir derivados del arroz, mientras que en Putumayo hay oportunidades en aceites esenciales, resinas y caucho.

Pero estos productos no llegarían solo a unas pocas zonas en Estados Unidos. El estudio de AmCham Colombia considera también que 23 estados, incluidos mercados clave como Florida, Texas, California y Nueva York, muestran interés en adquirir productos colombianos.

Sin embargo, Analdex aseguró que para aprovechar estas oportunidades es fundamental que Colombia acelere la modernización de su infraestructura aduanera, vial y de transporte. optimizando su cadena de suministro para ser más competitiva a nivel internacional.

Igualmente, AmCham Colombia planteó la necesidad de implementar estrategias que incluyan a todas las regiones, fortalezcan su infraestructura, impulsen la asociatividad, ofrezcan seguridad jurídica y económica, y fomenten la innovación.

Más oportunidades de inversión y comercio

Desde AmCham Colombia también aseguran que el nuevo gobierno estadounidense representa oportunidades importantes para la inversión y el comercio en Colombia y, por lo tanto, se debe actuar con serenidad y prudencia para saber aprovecharlas.

“La administración de Trump ha mostrado señales de disposición hacia Colombia, y los mensajes cruzados hasta ahora indican más acuerdos que desacuerdos. La diplomacia inteligente será fundamental para aprovechar este contexto”, señaló María Claudia Lacouture.

En cuanto al sector servicios, Colombia tiene un gran potencial para posicionarse como proveedor de soluciones digitales, outsourcing y tecnología avanzada, alineándose con las demandas de un mercado estadounidense en evolución.

Y frente a la creciente tendencia del nearshoring, Colombia también tiene un potencial significativo para integrarse y fortalecer su participación en las cadenas globales de valor. además de ser un jugador destacado en el comercio bilateral con Estados Unidos.

Además, hay que tener en cuenta que las políticas de “América Primero” de Donald Trump priorizan la protección de industrias y empresas estadounidenses consideradas críticas para la seguridad nacional. Sin embargo, Colombia no realiza importaciones significativas de estos bienes sensibles, por lo que su vulnerabilidad a estas medidas es limitada.

“Colombia ya mantuvo una relación respetable y fructífera con la primera administración de Trump. El reto ahora será construir acuerdos que combinen las prioridades de ambas naciones, priorizando temas como migración, seguridad, narcotráfico y comercio justo”, Puntualizó al líder gremial.

Los temas sensibles con Estados Unidos

Así como hay oportunidades en Estados Unidos, también existen unos puntos sensibles para fortalecer la relación comercial con Colombia. Según comentó María Claudia Lacouture, una de las principales preocupaciones es la decisión del Gobierno Nacional de sumarse a la ‘Nueva Ruta de la Seda’ de China.

Además, están la renegociación del Tratado del Libre Comercio (TLC) y las importaciones de maíz y leche en polvo desde Estados Unidos. De acuerdo con Javier Díaz, se tiene que monitorear muy de cerca temas que tengan que ver con nuevos aranceles o afectaciones al TLC.

“En esa renegociación del TLC, que la verdad no sabemos exactamente qué puntos abordan, no han invitado al sector privado a las conversaciones, cuando las empresas son las que deberían estar de primeras en esos espacios. Entendemos que hay una voluntad de querer nivelar la cancha, pero ojalá no sea en detrimento de otros aspectos en los cuales hemos ganado terreno”, agregó.

Otros temas sensibles entre Colombia y Estados Unidos están relacionados con la chatarrización; propiedad intelectual; etiquetado de cosméticos y alimentos; retrasos del Invima para retractos o denegaciones en la aprobación de medicamentos; los nuevos impuestos a los servicios digitales y los cambios que se han tratado de hacer a la importación, sin arancel y sin IVA, de productos que valen menos de 200 dólares.