¿Qué efecto tendrían en la política monetaria los cambios en el Banco de la República?

La llegada de los dos nuevos codirectores del Banco de la República, Laura Moisá y César Giraldo, podría cambiar el rumbo de la política monetaria del país.

Con el objetivo de controlar la inflación pospandemia que se disparó hasta un máximo de 13,34 por ciento en marzo del 2023, la Junta Directiva del Emisor llevó a cabo un ciclo de subida de tipos. Sin embargo, en diciembre del 2023 le puso fin a ese período y comenzó a reducir las tasas.

Desde ese momento a hoy, han pasado de manera gradual del 13,25 por ciento al 9,5 por ciento de la última reunión de diciembre en la que cinco directores votaron por un recorte de 25 puntos básicos (pbs)uno lo hizo por una reducción de 50 pbs y otro por una disminución de 75 pbs.

Sin embargo, hay quienes desean que la reducción de los tipos sea más rápida para que exista un mayor dinamismo en la economía, como es el caso del presidente Gustavo Petro, quien tras la última junta aseguró que la reducción de 0,25 puntos. Fue una “decisión política” que busca que la economía no crezca.

Hay que recordar que la relación entre el Mandatario y el Emisor ha estado marcada desde el principio de una gran tensión debido a los cuestionamientos sobre la velocidad de la rebaja de tasas. Adicional a ello, se ha planteado en diversas ocasiones que el Banco de la República le debería prestar dinero al Gobierno, lo que implicaría emitir dinero.

Y es que según los expertos una disminución de las tasas no solo representa un alivio para los deudores sino que también contribuye a dinamizar la economía al reducir el costo del crédito y fomentar la inversión y el consumo.

¿Reducción más rápida?

Algunos economistas aseguran que la llegada de los nuevos codirectores elegidos por el presidente Gustavo Petro en reemplazado de Roberto Steiner y Jaime Jaramillo-Vallejo acelerar podría esa reducción de las tasas de interés.

“Es probable que la nueva Junta del Banco opte por una reducción más rápida de las tasas, reflejando las tendencias heterodoxas de los nuevos codirectores. Sin embargo, este escenario ya estaba previsto y los perfiles se ajustan a lo esperado. De surgir presiones inflacionarias, confiamos en que se mantendrán la independencia y autoridad de la política monetaria, garantizando las medidas necesarias para que la inflación alcance la meta este año”, manifestó César Pabón, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana.

En lo mismo coincide el exministro de Hacienda y actual rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, quien asegura que ambos son personas destacadas del mundo de la academia que tienen una tendencia ideológica más cercana al presidente. “Eso significa que, en principio, algunas decisiones van a reflejar parte de esa heterodoxia, particularmente, facilitar la disminución de tasas de interés”, señaló.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la junta directiva la conforman siete miembros: el ministro de Hacienda, Diego Guevara; el gerente general, Leonardo Villar; y otros tres codirectores: Bibiana Taboada, Mauricio Villamizar y Olga Lucía Acosta. Estos últimos son nombrados por el Presidente para períodos institucionales de cuatro años, con posibilidad de reelección hasta por tres períodos.

“Los nuevos codirectores no solo no tienen la mayoría, sino que quien se sienta en la Junta Directiva del Emisor sabe perfectamente que tiene un rol constitucionalmente definido y es preservar el poder adquisitivo de la moneda. Tendrán que tener mucho cuidado para que sus decisiones reflejen ese compromiso.”, afirmó Restrepo.

Incluso miembros del Gobierno como Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social, celebraron el nombramiento de los nuevos miembros. “Empresarios, usuarios de tarjetas de crédito y futuros compradores de vivienda y de carro esperamos que entre las primeras tareas de los nuevos miembros de la junta esté bajar las tasas de interés”, exclamó.

Con los dos nuevos codirectores, el Presidente ya habría nombrado a cuatro de los siete miembros de la Junta, si se tiene en cuenta a la codirectora Olga Lucía Acosta que Petro eligió en diciembre del 2022 y al ministro Guevara que reemplazó a Ricardo Bonilla. No obstante, la excodirectora Carolina Salazar piensa que esa situación no tendría por qué afectar en nada a la independencia de la junta.

“Si bien el Presidente ya ha nombrado a cuatro, no implica que tenga mayoría absoluta al interior de la junta. La codirectora Acosta es una economista de reconocida trayectoria que ha dado muestras de su total independencia y criterio propio, al igual que los miembros que quedan. Y suponiendo que los nuevos codirectores no eran objetivos, aunque no creo dado que son académicos con una sólida formación técnica, igual el presidente no tendría mayoría. De modo que el Banco mantendrá su independencia, seguirá siendo un bastión de confianza y contribuyendo a la estabilidad macroeconómica”, manifestó al tiempo que dijo que las decisiones de cada uno de ellos dependerán de cómo evolucionen los distintos indicadores, cómo se comporta la inflación y qué pase con los riesgos inflacionarios a lo largo del año. Por ello, opinó que no se podría decir que se va a acelerar necesariamente la reducción en las tasas de interés.

Riesgos que ven

En la última reunión, los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República reconocieron la reducción de la inflación que en 2024 cerró en 5,20 por ciento, en un contexto en el que la actividad económica se fue recuperando de manera paulatina y el mercado laboral se mantiene estable. Sin embargo, advirtieron de nuevos riesgos que podrían afectar la trayectoria de la inflación hacia la meta del 3 por ciento.

“El escenario macroeconómico para 2025 será retador, lo cual requiere especial cautela en el diseño de las políticas monetarias y fiscales, así como una coordinación efectiva entre ambas”, se lee en las minutas de la última junta directiva.

Para este año, el equipo técnico pronostica que la inflación comenzará su convergencia hacia la meta, aunque de forma más lenta que lo previsto debido a presiones alcistas sobre la tasa de cambio y principalmente su traspaso a los precios.

Asimismo, uno de los aspectos que podría presionar alza sería el incremento de 9,53 por ciento del salario mínimo que decretó el Gobierno ante la falta de acuerdo entre los empresarios y los sindicatos.

Adicional a ello, señalaron que medidas que contribuyen a despejar la La incertidumbre sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas redundaría en una disminución de las primas de riesgo y en las presiones a la depreciación del peso.

“Factores como la posible devaluación del peso, fenómenos climáticos, el precio de los combustibles y la alza del mínimo podrían ejercer presión inflacionaria. El año debe estar acompañado de mensajes claros y acciones que generen confianza, impulsen la inversión y reactiven la economía”, recalcó María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia).